"Aramencos"
El próximo sábado flotará en el aire del Valle de Tena el espíritu de Enrique Morente y Mario Pacheco. Ambos desaparecieron recientemente pero han dejado un inmenso legado para la historia del flamenco. El primero fue un renovador absoluto del género, un innovador que arrastró su arte a nuevos territorios hasta entonces vetados o inexplorados. El segundo contribuyó desde su discográfica “Nuevos Medios” a promover en la década de los 80 el “nuevo flamenco”. En esta etiqueta encontró acomodo una generación que quería evolucionar y experimentar con nuevos sonidos. Ketama y Pata Negra fueron sus principales exponentes.
Con el recuerdo reciente de la desaparición de estas dos figuras claves del flamenco moderno, Pirineos Sur organiza el próximo sábado un encuentro que muchos ya califican de “histórico”. El promotor aragonés y gran experto en el género, José Luis Cortes, señala que en el escenario de Lanuza se reunirán más de 25 flamencos aragoneses; “es un hecho histórico e irrepetible”. La excusa es el homenaje a Manuel Tejuela, inolvidable maestro de jóvenes flamencos y leyenda viva forjada en la edad dorada de los tablaos y saraos. El propio Cortés reconoce la sensibilidad de Pirineos Sur “con los grupos aragoneses y con el flamenco, recientemente declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”.
Manuel Tejuela, que ha actuado en diversas ocasiones en Pirineos Sur, es un personaje determinante en la evolución del flamenco. Desde el barrio de La Magdalena de Zaragoza, microcosmos de insólita efervescencia flamenca en las últimas décadas del pasado siglo, Tejuela desarrolló una importante labor pedagógica que permitió formarse a nuevas generaciones y fortalecer las raíces del género en tierras aragonesas. Zaragoza, ciudad crecida de aluvión a mediados del pasado siglo, recibió a miles de emigrantes del sur de España que crearon una comunidad de fuerte raigambre. El flamenco, por lo tanto, pasó a ser seña de identidad y parte del paisanaje zaragozano. Como lo sería tiempo más tarde el rap y el hip hop en el mismo barrio de la Magdalena, donde nació y sigue viviendo Rapsuklei.
El homenaje a Manuel Tejuela forma parte de una noche en la que también se incluye el concierto de Miguel Poveda, probablemente el cantaor flamenco con más proyección del momento, y el espectáculo ARAMENCO (Aragón + Flamenco). Liderado por el guitarrista Manuel Santiago, que ha tocado para Camarón o Antonio Canales entre otros, el proyecto defiende una visión abierta del flamenco, a medio camino entre lo experimental y lo tradicional. La idea que lo definiría sería “mezclado pero no agitado”. Trabajar con la jota y el flamenco, géneros que el tiempo ha demostrado más compatibles que antagónicos, tiene sus riesgos pero la clave reside en lograr que en la fusión ninguno de los dos estilos pierda su pureza.
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