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Juan Gavasa

Tribus Ibéricas

Tribus Ibéricas

Artículo escrito para el Dossier de presentación de la XX edición de Pirineos Sur, que se ha presentado hoy en Huesca y en Zaragoza.

La península ibérica ha sido un territorio de conquista. Tribus, pueblos, colonos, imperios o inmigrantes cruzaron a lo largo de la historia los Pirineos o surcaron el Atlántico y el Mediterráneo para asentarse y consolidar nuevas poblaciones que con el tiempo se mimetizarían en el paisanaje. Fue un proceso natural, una evolución social que contribuyó a definir las raíces culturales de los territorios que componen la península, de tal modo que la diversidad se constituyó en el primer valor que caracterizó el suelo ibérico, y su principal riqueza.

            Cuando Pirineos Sur cumple 20 años, después de viajar de un rincón a otro del planeta buscando hasta la más remota manifestación artística, decide explorar territorios más cercanos sin renunciar a su filosofía. Es decir; sin percibir la música como un fútil fenómeno de masas sino como una manifestación cultural y artística que expresa una parte de lo que somos como individuos y como colectivo. Ese criterio se ha mantenido firme a la hora de concebir una programación que quiere mostrar, ante todo, las diferentes sensibilidades culturales que conviven en la península ibérica. Entender la diversidad como riqueza es un mantra que Pirineos Sur ha blandido desde su primera edición.

            Por lo tanto, el viaje sonoro por las tierras ibéricas en este Festival se ha proyectado con fino pincel, evitando la brocha gorda de las generalidades. Hay estrellas absolutamente consagradas que ya no son de esta tierra sino que pertenecen al universo musical. Andrés Calamaro,  el veterano compositor argentino, acaba de publicar “Salmonalipsis Now”, una versión reducida del monumental “El Salmón”, publicado en el año 2000 y que contenía más de 100 canciones. En esta nueva entrega recupera temas descartados de aquel derroche creativo y ofrece una nueva dimensión de una obra que se ha convertido en un clásico del rock en español. Calamaro sale de gira con el nuevo disco y con la que él ha denominado como “MVP” (Most Valuable Players), su banda habitual. Recalarán en el escenario de Lanuza el 16 de julio junto a Depedro, formación encabezada por Jairo Zavala, el guitarrista de Calexico que ha facturado en 2010 un disco impecable, “Nubes de papel”.

            La víspera pisará nuevamente el escenario de Pirineos Sur el mítico Rubén Blades. Estuvo en el año 1999 y dejó constancia de su enorme peso como artista y como agitador social. Blades, autor de algunos de los temas más influyentes de la historia de la música sudamericana, actuará en Lanuza junto a la soberbia “Roberto Delgado Orchestra”, con la que está trabajando en varios proyectos musicales. Bien podría considerarse a Calamaro y a Blades como los nombres propios del cartel de esta 20 edición de Pirineos Sur. Pero sería un error de interpretación o quizá una manera reduccionista de valorar la música. En este Festival hay que analizar las cosas en conjunto, porque sólo de este modo se puede comprender el sentido y coherencia de una programación. Poniendo el foco en la diversidad cultural, musical y lingüística de la península ibérica, el viaje es un como un gran bucle sin principio ni fin.  Desde el veterano Eliseo Parra, auténtico activista de la música tradicional castellana, hasta la magnífica fadista Katia Guerreiro, de la que han llegado a decir que es una de las voces más bellas del momento.

Desde el incombustible Kiko Veneno hasta el perturbador y onírico Zenet, en la vanguardia del flamenco/jazz o sencillamente de la música como sublimación de la sensibilidad. Un espacio éste, el de la sensibilidad, que maneja con la ternura de un virtuoso el inmenso cantaor flamenco Miguel Poveda y su voz sublime cargada de matices y vericuetos. Junto al aragonés Manuel Santiago protagonizarán el día 22 de julio el homenaje a Manuel Tejuela, inolvidable maestro de jóvenes flamencos y leyenda forjada en la edad dorada de los tablaos y saraos”.

            Y qué decir del valenciano Miquel Gil, un alquimista de sonidos, texturas y colores en ese retablo infinito de matices que es la cultura mediterránea. O de los oscenses Trivum Klezmer, una nueva vuelta de tuerca en la interpretación del mundo musical hebraico. Idóneo para combinar en el escenario con los Kroke,  proyecto musical a medio camino entre Polonia y Castilla León, que ha popularizado en las últimas décadas la música judía y el sonido klezmer. El trayecto de esta edición de Pirineos Sur se detendrá en cada estación sonora digna de considerarse como tal. Allá donde un artista ofrezca propuestas atractivas, coherentes y honestas sin atender a etiquetas y convencionalismos. Y en este Festival caben artistas antagónicos pero de irrefutable calidad como los txalapartaris Oreka TX, bregados a la sombra de Kepa Junkera; el ecléctico e inclasificable músico canario El Guincho, o la vaporosa y delicada Russian Red, primer fenómeno viral surgido en España.

            Y el fin de fiesta lo pondrá un grupo que forma parte indiscutible de la historia de Pirineos Sur; “Ojos de Brujo” se despide con una gira internacional que servirá para revisar un repertorio decisivo en la revitalización de la rumba y su adaptación al siglo XXI. Marina y compañía tocan por última vez en el que siempre han calificado como su “escenario favorito” junto a artistas de la talla de Manolo García, Eva Amaral o Miguel Campillo. Mejor, imposible.

1 comentario

grosem -

¿se admite a recién nacidos? Pero recién, recién...