León Gieco
León Gieco habla pausado. Parece que su discurso está instalado en una continua improvisación pero es sólo consecuencia directa de su espíritu indomable. Es decir; no necesita la vehemencia para acentuar la fuerza de sus palabras, la honestidad de sus valores, el rotundo dolor de sus verdades.
León Gieco habla pausado. Como si quisiera abaratar el precio de su discurso. Como si un acceso de timidez asaltara sus certezas y convirtiera su verbo fluido en un constante retroceso. Como si nunca encontrara el camino libre para desparramar el espeso fluido que son sus palabras.
León Gieco habla pausado. No quiere que su voz llegue distorsionada. León dice que es como un periodista del rock, “tratando de poner poesía a la realidad”. León no quiere modular sus palabras ni utilizar amplificadores que trufen de artificio lo que es natural como la vida misma. León sabe que sus palabras no necesitan más altavoces que los de la conciencia de las personas. León sabe que la vida no hizo mucho caso a los trovadores. Tampoco tuvieron mejor suerte los predicadores del siglo XX. Sólo el peso de las conciencias logró encumbrar a los líderes sociales. Sin el hábito no hay norma. Sin conciencia no hay campo abierto.
León Gieco habla pausado. Es reivindicativo pero no panfletario. Es solidario pero no caritativo. Es viejo pero demasiado joven. Es famoso pero actúa como un desconocido. Tiene historia pero habla como un niño. Tiene cicatrices pero dice que no le duelen. Tiene amigos pero los utiliza. Tiene canciones pero sigue cantando. Tiene cansancio pero sigue luchando.
León Gieco habla pausado. Habla como esos viejos profesores que se saben la lección de carretilla. Su lección es la vida pero él no la vive como un ejercicio rutinario. Solamente algunos brotes de cinismo descomponen su compromiso vital. El cinismo es la secuela que deja la vida después de vivirla, cuando algunas esperanzas y algunos sueños se observan con una sonrisa de displicencia, de incredulidad. Entonces León Gieco suelta una de sus frases electrocutantes: “las canciones no cambian nada, sólo acompañan los procesos populares que viven los países”. Más tarde suelta ésta otra: “si las canciones pudieran arreglar los problemas del mundo, Silvio, Pablo, Juan Manuel y yo solucionaríamos todo en una tarde”. Y es entonces cuando adviertes la presencia de talentos naturales que la vida ha moldeado e incluso ha maltratado como parte de ese eterno duelo entre lo posible y lo real.
León Gieco habla pausado. León Gieco habla de sus 250 canciones, de sus 37 discos, de sus millones de copias vendidas antes de que internet acabara con el negocio. León habla de su amiga Mercedes Sosa, la más grande. León dice de ella que “es nuestro Mick Jagger, nuestro Paul McCartney”. León llora su muerte. León habla de Pablo, Pablo Milanés. León habla de Silvio, Silvio Rodríguez. León habla de Joan Manuel, Joan Manuel Serrat. León habla de James, James Taylor. León habla de sus amigos como si fueran sólo sus amigos. No importa su profesión.
León Gieco habla pausado. Y habla de su Argentina y de los desgarros de su historia. Habla del asesino Videla y de Alfonsin, habla del nefasto Menem y del corralito. León habla del rock como ansiolítico para el dolor del horror. “El rock –ha recordado-, fue por ejemplo en los años setenta en mi país un medio de combate contra la terrible dictadura”. León habla del poder de la música sin pretensiones. León habla con la modestia del artesano. Habla de su nuevo proyecto: “Quiero escribir de forma más reflexiva sobre todo lo que pasó en nuestra vida, sobre todo lo que pasó y todo lo que quisimos en nuestra juventud y no conseguimos. Sin prepotencia, simplemente pensando que sólo podemos pasar por la vida intentando dejar un mundo mejor, no cambiarlo”.
León Gieco habla pausado. León habla de los jóvenes músicos. A ellos pertenece internet. “Yo antes vendía medio millón de discos y ahora vendo 50.000. Pero hay músicos jóvenes que ahora tienen la oportunidad de que se les escuche sin necesidad de contar con el favor de una gran compañía discográfica. En Argentina todo es ilegal, todo el mundo descarga las canciones de internet, pero algunos pueden ser oídos ahora”.
León Gieco habla pausado. León Gieco nos dice: "ustedes se quejan de vicio. La crisis la inventó Argentina. Nosotros tenemos los derechos de autor de la crisis".
León Gieco habla de fútbol. Él soñaba con una final España-Uruguay.
León Gieco habla pausado. Es argentino.
León Gieco actúa este jueves día 8 en el concierto inaugural de la XIX edición de Pirineos Sur
5 comentarios
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Ely -
Juan -
Pili Amparo -
Si mi nuevo "oficio" de madre 24 horas me lo permiten igual me escapo
Me encantaría
Gracias Juan por esta entrañable entrada