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Juan Gavasa

Muros

Muros

Hay en el mundo 17 muros que separan países, culturas, economías y personas. En el 20 aniversario de la caída del muro de Berlín el dato estremece y amortigua, sin duda, la relevancia histórica de la efeméride. Hay otros tantos muros en proyecto y la perversa mente humana levantará en el futuro nuevas murallas; desoladora metáfora en la sociedad globalizada.

Escribía Manuel Rivas que a veces el infierno está en el interior de nosotros mismos. Los muros más infranqueables se construyen también en la mente de los políticos y en el fanatismo de las personas. De hecho, el fanatismo es el primer muro de la humanidad, el más letal y efectivo. Las murallas mentales son las que han provocado las guerras a lo largo de la historia; las que han azuzado el conflicto de civilizaciones que teorizó Huntington en 1996, las que han alimentado el racismo, los dogmatismos y la ortodoxia ideológica.

Son muros invisibles y, por lo tanto, inermes para transformarse en iconos en esta sociedad visual. Finalmente, inexistentes ante los ojos de la inmensa mayoría, necesitada de imágenes que refuercen sus fatuas convicciones.

Hay murallas electrificadas, recubiertas de cables de espino, vigiladas por gorilas bien adiestrados, inaccesibles ante el sueño de la libertad y la esperanza. Hay murallas invisibles y discretas, que crecen en lo más profundo del ser humano. Sus ladrillos son pequeños brotes de egoísmo, ignorancia, incultura, egocentrismo, necedad y radicalismo. Por sí solos bien podrían ser pequeños defectos humanos, merecedores de indulgencia; juntos forman una aleación de efectos corrosivos y destructivos.

Los muros no generan fronteras lejanas. Los muros mentales están conviviendo con nosotros, en cada conversación doméstica y en el posicionamiento diario ante cada hecho de la vida. Todos somos animales políticos. Y esas barreras pertenecen al lado más oscuro e inconfesable de nuestro ser. Aunque todos los días nos subimos al andamio para poner un nuevo ladrillo en el muro. 

11 comentarios

Gloria -

Te felicito por este escrito tuyo, estoy completamente de acuerdo con él.

Me ha parecido brillante.

Saludos cordiales.

Restless -

Hola, Juan y compañía.

Creo que mientras las personas miren más su propio bienestar y se olviden del bien común, seguiremos colocando más muros de los que derribamos.

No me refiero sólo a los muros arquitectónicos, sino también a los personales.

Buscando una imagen que pudiese plasmar la idea de quien va a buscar a una persona que se convirtió en un muro, di con la imagen de esta entrada, y con tu blog.

Espero que no te moleste que utilice esa imagen. Al igual que lo que escribes aquí, me encantó.

Juan -

Es que con el asunto de los piratas somalíes se está sesgando de forma descarada la información. De acuerdo que capturar un barco no es muy "civilizado", de acuerdo... pero como bien dices, nadie se ha preocupado de analizar la situación de un país (si se puede llamar país a un territorio sin estado real), la pobreza, la misera, la probable irresponsabilidad del patrón del barco, guiado seguramente por la voracidad... Luego hay un precedente que tengo curiosidad en cómo se manejará en el futuro... en este caso nadie dudaba de la necesidad de negociar con los terroristas e incluso pagar lo que pidieran... qué pasará en una futura e hipotética nueva negociación con ETA???? Se acusará al gobierno de negociar de manera indigna con terroristas???

Emilio -

Yo siempre he defendido la radicalizacion para poder conseguir objetivos. Cuando nosotros, hace 8 anos (estoy sin enes y sin acentos) hicimos una huelga, hubo una fuerte discusion dentro del comite, de los que eramos partidarios de radicalizarla (no con violencia sino llevandola hasta el extremo mas duro de dias, parada de toda produccion, etc) y los que abogaban solo por protestas a medias tintas, etc. Para mi aquello representaba salir en desbandada para quedarte en medio de la nada a expensas del bombardeo del jefe, que podria ser cruel. En cambio si nos radicalizabamos, a sabiendas de que algunos caeriamos por el camino en forma de despidos amenazas y tal, al final acabariamos ganando. Yo puedo perder un mes o dos de sueldo, veamos a ver que pierdes tu si paras dos meses la produccion. Al final el poder cambiar las cosas siempre esta en manos de las masas. El problema es que hoy en dia, no hay lideres capaces de aglutinar a nadie en torno a unos ideales consecuentes. Ya se encargo bien el capitalismo de aprender de sus propios errores y crear a la clase media para evitarse todo tipo de revoluciones sociales.

Por cierto, podias hincarle el diente con un articulo al Alakrana, a la situcion de africa, de somalia, de un estado de harapientos y hambrientos que son expoliados por pesqueros extranjeros, que a sabiendas del riesgo y tras haber acabado con los bancos de pesca en otros paises ahora se van alli a acabar con los bancos de peces de esos mares (donde por cierto tambien habia pescadores locales que ven como sus capturas descienden por culpa del expolio) y ahora desde el mundo civilizado se pide que les pongamos militares a los barcos para que puedan expoliar mejor.

A veces es verdad que pienso en otra radicalizacion, aquella en la que la violencia no es patrimonio unico del estado.

Juan -

Tenéis razón y me parecen de garn valor vuestras reflexiones. La primera, y la más importante, es que hay que reivindicar el concepto de radicalidad como un ejercicio de coherencia y compromiso. En esta sociedad que ya sólo acepta lo políticamente correcto, conceptos como "radicalismo" se han desvirtuado hasta el punto de que sólo se utilizan para vincularlos con la violencia extrema, el terrorismo o cualquier actitud violenta.
Y yo, la verdad, es que soy muy pesimista porque todos los casos que citáis llaman la atención precisamente porque son hechos aislados, extraordinarios, casi hercúleos. Improbables.

Emilio -

Estoy leyendome a Kapuscinski en los ratos libres que me deja el viaje y tambien habla mucho sobre los muros creados.

Hace un tiempo lei un articulo, de alguien que paseando por el puerto de valencia no pudo acceder a una zona, por la que siempre pasaba, porque estaba el yate del magnate del Manchester o del Chelsea, no se. Aquello le desperto en su conciencia algo y le sirvio para realizar un analisis buenisimo, que plasmaba en el articulo, donde hablaba de los muros mentales y fisicos, y que ese mismo muro que habia levantado ante el un magnate era el que el habia defendido, cuando veia los telediarios, en melilla para los subsaharianos.

saludos desde tierras del vietcom

Pili Amparo -

Nunca me ha importado que me llamen radical: -Si, claro, porque voy a la raiz...

Yo sigo sin ser tan pesimista, Juan.
Estando en A.I., Anmistia Internacional, te das cuenta de que los derechos humanos en el conjunto del planeta nunca han estado tan altos. Cada vez más paises quitan la pena de muerte y los que todavía la mantienen sufren la condena de soñadores incómodos como nosotros que, más que los gobiernos, presionan con cartas, peticiones de firmas, etc. para que esto cambie
Y SI FUNCIONA
Tenemos ejemplos cada día. Hace poco recibí una carta de Saed Yassin, un defensor de los derechos humanos palestino en prisión sin cargos desde 2006 que me agradeció una postal de esas que parecen que nunca van a llegar a su destino.
Pues con la presión ciudadana ha sido puesto en libertad.
Es solo un ejemplo de muchos, las lapidaciones suspendidas, etc.

Besos y no nos dejemos contagiar por el pesimismo general. A algunos les conviene mucho eso de: nada se puede hacer así que mejor quedarse en casita viendo la tele... ¿no?

Yo tampoco tengo la solución para mejorar el mundo pero como decía aquel, al menos lo intentaré y moriré luchando (en una lucha pacífica, por supuesto)

anna r -

Hay muros que no son infranqueables,el problema es que siempre queremos saltarlos por arriba sin darnos cuenta que si excavamos en sus cimientos, aun siendo tarea más ardua, conseguiremos derrumbar los de raiz.
Por eso la palabra "radical" define a la persona que resuelve un problema desde la raiz

laMima -

Si, demasiadas fuerzas desperdiciadas en levantar muros. Para eso si que hay ayuda...no para derribarlos.
Estúpidos somos.

Juan -

También... pero a diario compruebo que la actitud general es la de poner ladrillos. Desde las posiciones más progresistas ocurre también, cuando menos te lo esperas. Esos son los peores.

Pili Amparo -

O quitarlo, Juan... No lo olvides.
También podemos optar por quitarlo, aunque sea más dificil que ponerlo y a veces te den en la cabeza con el...

Saludos,

Pili Amparo

Pd.-con árticulos como este, por ejemplo, yo creo que ya has quitado unos cuantos...