Un año de blog
Este blog cumple un año. En este tiempo he comprendido que el blog no es lo que uno escribe sino lo que los demás quieren leer. Así las cosas, la vida de un blog pertenece a sus visitantes en tanto que son ellos los que acaban estimulando el trabajo de actualización. Dicho de otro modo: si nadie te lee acabas entregándote a la holgazanería y la desidia. Eres tu propia mímesis. Por suerte en este año he tenido visitantes asiduos, ojeadores ocasionales, rastreadores en busca de huellas perdidas y finalmente los amigos y la familia. Estos últimos no deberían de contar porque en ellos no reside el mérito de la tenacidad sino la obligación del afecto. Pero han estado allí también y me han hecho sentirme muy bien.
Cuando comencé a escribir hace un año este blog arrastraba una larga rémora de prejuicios y pudores cuyo origen habría que buscar en la larga y maravillosa noche de la adolescencia. Alguien decía recientemente que la única patria posible no era la infancia –como decía el poeta-, sino la adolescencia. Y yo estoy completamente de acuerdo. Bueno, que me desvío… el caso es que mi temor era la reiteración, la falta de originalidad, la levedad, la intrascendencia, la obviedad, la demagogia, el discurso de taberna, la especulación, la rumorología, la inexactitud, la irrelevancia… tenía demasiadas razones para no escribir un blog, como veis. No sé si he logrado evitar algunas de estas debilidades pero evidentemente he puesto en práctica muchas de ellas con el ánimo entreverado y el impulso desbocado.
Razonables debilidades humanas a parte, quería escribir este post para daros las gracias a todos los que habéis visitado alguna vez este blog. Estoy convencido de que diariamente existen un puñado de cosas más interesantes y constructivas que hacer, pero habéis tenido el detalle de perder un minuto y leerme. No puedo pedir más. Confío en seguir alimentando la criatura con más asiduidad, si es posible, y espero que sigáis al otro lado para que la fiesta no decaiga. Y como no se me ocurre nada mejor para celebrar este primer cumpleaños, os regalo música que vosotros me habéis regalado a mí. Viva la multipropiedad.
El primero es un temazo del grupo galés Stereophonics. En los créditos de cierre de “Crush”, esa maravillosa película de Paul Haggis que ganó el Oscar en 2006, sonaba una canción que me fascinó desde el primer instante. Sin embargo, su búsqueda se convirtió en un caso para los chicos de Grissom: no aparecía en la BSO, nadie conocía su existencia y no había referencias en su web oficial. Hasta que 39 escalones, la biblia cibernética del cine, resolvió el enigma con su conocida eficacia y erudición. Gracias compañero.
El otro tema es un hallazgo recientísimo. Jánovas no rebla me lo descubrió ayer y, para mi vergüenza torera, resulta que se trata de su tercer disco. Es “Antony & The Johnsons”, pura delicatessen musical, orfebrería acústica y muchas cosas más que se me ocurren… un placer. Gracias prima.
11 comentarios
Juan -
Elena -
kike -
Un besazo de esos que nos hemos aprendido a dar los amigos
Kike
emilio -
http://escalambrujos.blogia.com/2008/091301-cronica-del-concierto-de-anthony-and-the-jhonsons-por-lepantina.php
Emilio -
Abrazos, Emilio
39escalones -
A seguir cumpliendo, amigo.
Saludos.
obispo de binacua -
Inde -
En eso, has cumplido bastante bien; aunque te digo también que tus asiduos nos desesperamos cuando te marchas por ahí o tienes obligaciones y dejas tu casita aletargada. Entramos, y entramos, a ver...
Y es que nos hemos enganchado, corasao. Para este año nuevo que inauguras, te deseo (y nos deseo a tus lectores) que nos regales más post hermosos. Ya ves: un cumpleaño en el que no se te hacen regalos... sino en el que te pido que los regalos nos los hagas tú a nosotros.
Enhorabuena, gracias por haber abierto esta hermosa casa, y a por más. Un besazo.
Nani -
boli -
Mayusta -