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Juan Gavasa

Navidad en Toronto

Navidad en Toronto

Estamos de vacaciones en Toronto desde el domingo pasado. Pido disculpas a los intrépidos que suelen visitar el blog por haberme ido así, sin avisar ni colgar un post de despedida. Las semanas previas al viaje fueron una verdadera locura y la primera semana en Canadá ha sido un torrente de emociones, encuentros, despertares intempestivos y mucho suenio. Estamos pasando la Navidad con la familia de Sylvia. Ethan ha conocido su otro país, a sus primos y también las auténticas nevadas canadienses de metro y medio. Desde que hemos llegado hemos tenido cuatro tormentas de nieve que han dejado un paisaje muy parecido al que contemplaba cada amanecer el estupefacto doctor Zhivago en la estepa siberiana. Si tuviera bigotes se me habrían helado como a Omar Sharif. Sólo se distingue el blanco en el horizonte; no hay gente en la calle, no se ven coches ni perros. Nada más que nieve y nieve. El clima es ideal para quedarse en casa y tragarse tres partidos de hockey sobre hielo diarios. Aquí es el deporte nacional y se vive con la misma pasión con la que nosotros vivimos el fútbol, aunque posiblemente sin la estupidez que rodea a la liga espanyola (este ordenador no tiene la letra enie) y a sus futbolistas.

Dicen de Canada que es un país de perfil bajo. Sus políticos apenas influyen en el mundo pese a su poderío económico y tecnológico. El primer ministro, Stephen Harper, es un tipo gris y austero que bien podría pasar por eficaz vendedor de seguros o agente inmobiliario. Harper representa al biotipo político del país, una especie con escaso protagonismo en la escena pública nacional y prestigio discutido. La política, a diferencia de Espania, se considera en Canadá una servidumbre impuesta que hay que soportar. En nuestro país ya sabemos que forma parte de nuestras pulsiones más primitivas y a veces es nuestra razón de ser, el genoma que nos identifica y nos distingue. Lo cierto es que la política canadiense apenas tiene presencia en la vida diaria y en las conversaciones de bar; el tiempo que dedican las televisiones a sus políticos es residual pero tampoco hay noticias de lo que nosotros denominamos “prensa del corazón”. Este fenómeno puramente espaniol no ha podido ser exportado a algunos rincones del planeta, para suerte de sus ciudadanos.

Admiro el civismo canadiense, una urbanidad luterana que hace todavía posibles detalles ya impensables en la vieja Europa. Después de varios viajes a este país me sigue maravillando la limpieza de las calles, las brigadas de ciudadanos voluntarios que se dedican a cuidar los parques, el autocontrol de los conductores, la bonhomia de los comerciantes, el sentido de servicio de sus funcionarios... tanto orden a veces asusta, lo confieso. Pero reconforta este equilibrio social y la ausencia de viejos litigios en un país en el que nada es viejo. Estos días veo el canal internacional de TVE y surgen como sombras perdidas en mi subconsciente los problemas domésticos de nuestro país. “Cuánto tiempo perdemos los espanioles en discusiones” me suele decir mi suegro, un madrilenio que emigró a Toronto en los anios 60 del pasado siglo. Con él he aprendido que existe un tipo de patriotismo que no tiene carga ideológica ni bandera; es un sentimiento que bebe de la nostalgia y también del orgullo. Un patriotismo sincero forjado en la distancia y fortalecido a base de alegrías y frustraciones a partes iguales. Unas veces duele Espania y otras te hace dar un salto de felicidad. Nunca se sabe. La verdad es que desde aquí parecemos mucho más pequenios e irrelevantes.

Los días pasan entre encuentros familiares, mucha comida, buena cerveza y toneladas de carcajadas. Ethan le ha cogido el gusto al stick de hockey, lo que confirma que sus genes canadienses han comenzado a operar. Queremos llevarle a patinar por primera vez: tenía que ser aquí, desde luego. Espero encontrar tiempo para seguir colgando algún post y también alguna foto propia que os permita comprobar que aquí las nevadas no son ninguna broma. Seguimos en Canadá, en el país de Leonard Cohen, Diana Krall, KD Lang o Bryan Adams. Por cierto, los canadienses siguen sin pedir perdón por haberle sacado a cantar fuera del país.

12 comentarios

rosa miriam burgos de cortez -

me fascina toronto ybusco trabajo decuidar niños .soy evangelica

Jesus -

Feliz año nuevo para Juan,Sylvia y el pequeño Ethan,manda recuerdos a Pepe y Carmen de nuestra parte.
Desde la mijor terreta del mon os deseo un FELIZ AÑO NUEVO.
Saludos

BOLI -

Hola chicos, solo una lineas para desearos una noche estupenda por esas tierras ah y lo principal, muchisimas felicidades a Sylvia en su cumple
besazos para todos

grosem -

Hola, compañero,
felices navidades desde la biblioteca de Jaca. Por aquí, el día que no llueve nieva y si no las dos cosas.
Recuerdos a todos y feliz año.
Te dejo, que se me acaba el tiempo de ordenador.
Un abrazo a todos

Juan -

Gracias a todos por escribir. Os siento mas cerca en estos dias.

Grosem; desde el conflicto del fletan los fabricantes canadienses de ordenadores se negaron a introducir ningun comando que permitiera el uso de la enie. No lo pusiste en ninguna edicion del Ilustrado??

Cristina: Canada no es Samarkanda pero desde luego no es Espania. Aqui no te miran por entrar a comprar con bolsas de la competencia ni saben quien es Paquirrin. Es cierto que tanta mensura puede ser soporifera. Pero de momento se agradece.

Boli y prima: un beso a todos, nos acordamos un monton de todos. Ethan esta increible... ya vereis a la vuelta.

Mayusta y Escalambrujos: gracias por estar ahi y por vuestros blog, de corazon.

Escalambrujos -

¡Que envidia! A disfrutar

mayusta -

Ilustativa crónica en todos los aspectos. Pasad buenos días y disfrutad de la familia...Un abrazo

Tu prima -

Yo también os envío un saludo y un abrazo afectuoso y navideño de los "rapunes" del Somontano.

boli -

hola hermanito
ya era hora de que los que tenemos la costumbre de entrar en tu blog,tuvieramos noticias tuya.Yo esta tarde he intantado mandarte un comentario pero mi desconocimiento de como se hacia me ha hecho que no te llegara, y no te voy a decir que es lo que hacia mal para que no te rias de mi.De ahi el comentario anterior, que lo he mandado de prueba.Por lo que dices estais todos muy bien sobre todo refujiados en casita, eh.por aqui tb estamos bien, y con bastante mejor tiempo,sobre tod en el meditarraneo.Dales muchos besos a todos los Tejeria,Pepe,Carmen,Quique,tony, Sonia y a Sylvia un abrazo,me imajino que estará disfrutando como un niño con zapatos nuevos... y es que como lo hemos hablado con ella muchas veces, la familia es la familia y tira mucho. Y al Gavasa Tejerina dale un montos de besos de su tia boli.Espero que nos sigas manteniendo al tanto de vuestras vacaciones.
besos para todos

BOLI -

Ya era hora de recibir noticias vuestras. Recuerdos a los Tejerina y un besote muy grande al Gavasa Tejerina.
Besos y saludos

cris -

Pues te digo una cosa, por lo que cuentas, para vivir , vivir, vivir asi, todos los días...igual no. Pero una visita para comprobar que - efectivamente- se puede vivir sin salsas rosas y tomates y corazones de colorines...y vivir sin bocinazos porque no has arrancado cuando intuías que el semáforo se iba a poner verde..y vivir sin tertulias mediáticas donde tiene más razón el que más grita; vivir sin que los político acaparen continuamente la atención convertidos en estrellas mediáticas; vivir sin tener que ir sorteando cacas de perro en medio de la calle mayor; vivir sin necesidad de que tengas que pedir perdón en un comercio por entrar, mirar y no comprar...pues un ratico no te digo yo que no. Solo no podríamos vivir sin la enye .¿Es cierto el truco del obispo de Vinacua?.
¡anda que no saberlo Gavasa!!.
Bueno que te aproveches de ese Samarkanda particular y-por cierto- lo de los genes de hockey de Ethan algo tendrá que ver su padre ,no?.
un abrazo a los tres y que Santa claus reparta suerte.

cris

obispo de binacua -

¡qué alegría volver a leerte! creía que te habías olvidado el ordenador en espania. Nosotros nos vamos mañana a Jaca, y os echaremos de menos. A ver si nieva, aunque sea un poco, y así compartimos paisaje con vosotros.
Y un consejo final, de editor puñetitas, la ñ la puedes hacer con el siguiente comando: Alt + 0241
Recuerdos a todos, y dale a colleja a Bryan Adams si te lo tropiezas por ahí.