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Juan Gavasa

Kind of blue

Kind of blue

Hay días en los que acuesto a mi hijo con "Blue in Green" de fondo. He comprobado que la trompeta con sordina de Miles es una dulce nana en los oidos de mi pequeño de casi dos años. Hay días en los que el sueño se hace fuerte y sólo claudica cuando irrumpe "Flamenco Sketchs". Hay días incluso en los que mi pequeño cierra los ojos con la primera; con "So What". Hay días en los que esa maravilla que se llama "Kind of blue" acaricia nuestra piel y juguetea por todos los rincones de la casa, buscando recovecos perdidos a los que asirse para no desprenderse nunca jamás. Hay días en los que Miles parece que está junto a nosotros, tocando suave y despacito mientras le leo a Ethan su último cuento. Hay días en que levanto la cabeza y le veo junto a la cuna, pero siempre le veo con el rostro juvenil que tenía en 1959, cuando se reunió con Wynton Kelly, Bill Evans, John Coltrane, James Cobb, Paul Chambers y Julian "Cannonball" Adderly para grabar el momento culminante de inspiración de la historia del jazz. Hay días que me emociono escuchando una vez más "Kind of blue".

Lo estoy escuchando nuevamente. Ethan duerme y Sylvia ha salido de cena. Es una calurosa noche de agosto, perfecta para quedarse atrapado en los acordes melancólicos de un disco irrepetible, fundamental para entender muchas de las cosas que han ocurrido en la música en las últimas décadas. Además hay una coincidencia que yo no puedo pasar por alto; "Kind of blue" vio la luz un 17 de agosto de 1959 y yo nací un 17 de agosto de 1971. ¿No creeis que es maravilloso? Anécdotas a parte, el album es la obra maestra de Miles Davis; un trabajo del que se han escrito tantas cosas y todas tan condescendientes que abruma la unanimidad que genera. Uno de esos pocos discos que, como escribía hoy Antonio Muñoz Molina en Babelia, "por más que se escuchen siempre quedan por encima de su propia leyenda".

El album se grabó en dos únicas sesiones, lo que explica el momento irrepetible de inspiración y confirma la mayor concentración de talento por metro cuadrado jamás vista. Incluso el gran John Coltrane aceptó asumir un papel de subalterno en la grabación para que no quedara duda de la propiedad de los galones. De "Kind of blue" se han dicho muchas cosas pero quizá la más certera es que su publicación cambió el rumbo del jazz y rompió el colapso en el que estaba sumido desde que el be bop lastrara la creatividad de los músicos solistas. Miles Davis, que probablemente no ha sido el mejor músico de jazz de la historia pero sí el más visionario e innovador, inventó junto a Bill Evans -a partir de esquemas copiados de la música clásica- el jazz modal, un nuevo marco compositivo que permitía mayor libertad de movimientos a los músicos en sus ejercicios de improvisación. En la práctica consistía en tocar un único acorde en todo el tema y los músicos solistas improvisaban sobre él. Un brusco cambio respecto a los esquemas anteriores, en los que las progesiones y los férreos cambios de acordes apenas dejaban espacio para el lucimiento de los artistas.

"Kind of blue" es el resultado primoroso de esa experimentación, un ejemplo notorio de que la sencillez sonora no está reñida en absoluto con la calidad. Un mar de sonidos relajantes y estimulantes que parecen suspendidos en la atmósfera. Jimmy Cobb, el único superviviente de aquella grabación, dijo una vez: "¿Cómo iba a sonar mal con los músicos que había?". Aslhey Kahn, autor del libro "Miles Davis Kind of Blue. La creación de una obra maestra", lo resumió con claridad: "hay melancolía en su sugestión de lo efímero, serenidad en su profunda reserva y simplicidad". Pero creo que realmente lo que ocurrió es que aquellos músicos formidables e irrepetibles tocaron como le gustaba a Miles: "cuando toca, lo hace como si no tuviera que volver a tocar esto nunca jamás". Ha pasado casi medio siglo desde aquella grabación y lo que ocurrió con Kind of Blue" marcó definitivamente a numerosas generaciones de músicos de otros estilos como el rock o el pop. Todos asimilaron los modos y ahora forman parte de la música que escuchamos sin saber que proceden de un disco de jazz. Cuando a Donald Fagen le preguntaron si le gustaba "Kind of blue" respondió: "es la Biblia, hombre. La Biblia con mayúsculas".

9 comentarios

NaxUNcema -

Lately a message came from CCP attempts to introduce micropayements to Eve online. First thing that should be available for sale is skill remap.
Eve online is a very good MMO as it is. One big server, average of 35 thousand people online, hundreds of people clashing with each other pursuit of the little space empires.
When I heard about this initiative I was like WTF. We already pay a monthly fee for playing Eve. Now they attempt to give advantages for those who are willing to spend more real money for the game? A decent system already exists which allows those with spare money to legally buy ISK eve money. This system has been working fine for years now and is one of the best solutions implemented by CCP.
But micropayements are dangerous. If you look at all other MMOs that decided to go with micropayements you will notice that all of those MMOs balance is now broken. It always starts with little things but the demand for better and better merchandise sooner or later spins the system out of control.
Players with to much real money get great advantage over those who cant afford to spend more than the monthly fee.
So CCP do not mess up Eve. Rise the monthly fee if you have to to but don't mess up the fragile balance of New Eden. kredyt

Jordan 11 -

Fondness is not frenzy, it is a power of life. Everyone has the right to pursue what he or her likes.

obispo de binacua -

Hola, compañero
después de un mes vuelvo a tu blog con devoción y veo el post del "Kind of blue" y recuerdo que fue uno de los discos que sonaron la noche que estuvimos cenando con vosotros en el arranque de las vacaciones. Sonaba a gloria bendita.
Creo, como tú, que a los pitufos hay que rodearles de buena música desde la cuna o antes. Acher se tranquilizaba con los "Cuentos de Hoffmann", de Offenbach, y ahora tanto él como su hermana escuchan embobados cualquier canción en la que suene un piano. Probaré con Miles Davis

Inde -

No es que le impongas tus gustos, hombre: es simplemente que le hagas escuchar buena música...

Ya sabrá él elegir de mayor, ya. Si le das jamón de bellota, no te preocupes que no querrá chopped.

Juan -

Yo no sé si resulta un poco pretencioso intentar transmitir a nuestros hijos desde tan chiquitines nuestros gustos. Sobre este tema tengo muchas dudas y un terrible pudor respecto a otros gustos paternos: no quiero ponerle una camiseta de fútbol hasta que él decida, no quiero hacerle partícipe de fiestas locales hasta que tenga uso de razón, no quiero en definitiva influirle desde la cuna. Pero lo cierto es que (respecto a Miles Davis) él responde a los estímulos que le pretendes proyectar: tranquilidad, sosiego, paz... felicidad. ¿qué más se puede pedir?

Mariano -

Una bestia miles davis ... me encanto el post..
saludos!!

Tu primo -

Si a mi me lo hubiera regalado Julia Roberts seguró que le habría hecho caso. ;-)

Tu prima -

Primo, yo te debo el descubrimiento de esta maravilla (a Richard Gere en "Novia a la fuga" no le hice el menor caso).

Inde -

Hace décadas que, de a poquito, Joaquín me va haciendo entrar, como de la mano, en ese maravilloso mundo -musical y de historia y de historias- que es el jazz. Él es un sabio en esto y le encantará leer este post. Miles Davis fue la primera figura que me 'presentó', en toda esta andadura, cuando éramos noviecicos, jóvenes jóvenes, así que le tengo un cariño especial, no sólo por su grandeza, sino por lo que significa en mi pequeña historia personal. Mi tema favorito es "Time after time"...

Para dormir a Quinito, tan mal dormidor como ha sido, hemos repasado la discografía de un montón de gente. Sin embargo, en mi memoria quedarán para siempre las largas sesiones que nos metimos de "La Ronda de Boltaña" (sobre todo, la canción del Dolmen de Tella) y de Van Morrison, que le molaba que pa qué.

Me figuro que tanto para Ethan como a Quino el jazz (en el caso de Quino, junto con otras muchas músicas de distintos "palos") les resultará, siempre, un complemento natural en su vida. Quino ya muestra preferencia por distintos tipos de canciones y músicas; hoy, por ejemplo, yendo en el coche ha dicho, en cuanto ha oído los primeros acordes de "Layla": 'Me encanta esta canción'...

Qué envidia, tío, unos padres así, que te llevan la música hasta la cuna.